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Un curador es una persona designada por el Tribunal de Sucesiones para supervisar los asuntos financieros o personales de un adulto. En una curatela involuntaria, solo se designa un curador si el tribunal determina que la persona no puede cuidar de sí misma o administrar sus asuntos financieros. En una curatela voluntaria, el tribunal designa un curador a petición de un adulto que busca ayuda para cuidar de sí mismo o administrar sus asuntos, sin determinar su incapacidad.
Hay dos tipos de tutores. El tutor de la persona supervisa los asuntos personales y garantiza la satisfacción de sus necesidades básicas, como alimentación, alojamiento, ropa y atención médica. El tutor de los bienes supervisa los asuntos financieros, incluyendo el cuidado de los bienes, la administración de las cuentas bancarias y la gestión segura de los ingresos de la persona.
Con frecuencia, el Tribunal de Sucesiones designa como curador a un familiar o amigo cercano de la persona. En ocasiones, el tribunal designa a otra persona, como un abogado. El tribunal intenta determinar a quién prefiere la persona bajo curatela, pero, si existe un conflicto, puede designar a una parte no interesada.
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